domingo, 17 de noviembre de 2013

Walden. La Vida en los Bosques




"Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentarme sólo a los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que la vida tenía que enseñar, y para no descubrir , cuando tuviera que morir, que no había vivido." Aunque han pasado más de 150 años de esta afirmación, la reflexión del autor de esta nota: Henry David Thoreau (1817-1862) se mantiene fresca y aún más necesaria que en el momento en que fue escrita: La idea de volver a la Naturaleza.







Thoreau se marchó a vivir a la cabaña que él mismo había construído en los bosques junto a la laguna de Walden en Concord, Massachusetts.  Tenía sólo 28 años y era verano, el 4 de julio de 1845. Se marchó sólo. A lo largo de dos años escribió allí este libro que lleva el mismo nombre que la laguna, en el que describe su experiencia alejado de la civilización, llevando una vida salvaje y alimentándose de su propio huerto y de los peces de la laguna.




Lo necesario para vivir
"Para algunas criaturas hay sólo una cosa necesaria para la vida: el alimento. Nada en la creación animal requiere más que alimento y cobijo. Las cosas más necesarias de la vida para el hombre en este clima pueden distribuirse, de manera bastante exacta bajo los títulos de alimento, cobijo, vestido y combustible, porque hasta que no hayamos asegurado tales cosas, no estamos preparados para afrontar los auténticos problemas de la vida con libertad y una perspectiva de éxito."




La pobreza
"Hoy en día, pocos utensilios, un cuchillo, un hacha, una pala, una carretilla, etc, y para el estudioso la luz de una lámpara, útiles de escribir y el acceso a unos pocos libros, se aproximan a lo necesario y pueden obtenerse con un coste nimio. La mayoría de los lujos, y muchas de las llamadas comodidades de la vida no sólo son indispensables, sino que resultan verdaderos obstáculos para la elevación de la humanidad."




El cobijo
"En estado salvaje cada familia posee un cobijo tan bueno como el mejor y suficiente para sus necesidades más groseras y elementales; pero creo que tiene sentido decir que, aunque los pájaros tienen sus nidos, los zorros sus madrigueras y los salvajes sus tiendas, en la moderna sociedad civilizada no más de la mitad de las familias posee una casa. El resto paga un precio anual por esta indumentaria exterior, indispensable en verano e invierno, con la que podría comprarse un poblado de tiendas indias, pero que ahora contribuye a mantenerlo en la pobreza mientras viva."



Cada animal construye su madriguera
"La misma adecuación hay en un hombre que construye su propia casa que en un pájaro que construye su nido. ¿Quién sabe si, en el caso de que los hombres construyeran su morada con sus propias manos y se procuraran comida a sí mismos y a sus familias con suficiente sencillez y honradez, la facultad poética no se desarrollaría universalmente."






El placer de construir
 "¿Renunciaremos siempre en beneficio del carpintero al placer de la construcción? ¿Qué representa la arquitectura en la experiencia del conjunto de los hombres? No me he cruzado nunca en mis paseos con un hombre empeñado en una ocupación tan sencilla y natural como edificar su casa. ¿Dónde ha de acabar esta división del trabajo? ¿A qué objetivo sirve al fin? Sin duda otro podría también pensar por mí, pero no es deseable que lo haga hasta el punto de evitar que piense por mí mismo."


  
La soledad
 "Tenía tres sillas en mi casa; una para la soledad, dos para la amistad y tres para la compañía."




El trabajo y el éxito
¿Por qué hemos de apresurarnos desesperadamente por tener éxito y en empresas tan desesperadas? Si un hombre no guarda el paso con sus camaradas, tal vez sea porque oye un tambor distinto. Que siga la múscia que oye por distinto que sea su ritmo o por lejana que suene.



Lo salvaje
"Llevántate libre de cuidado antes del alba y busca aventuras.
Que el mediodia te encuentre en otros lagos y la noche te coja en todas partes como si estuvieras en casa. No hay campos mayores que éste ni juegos más dignos que jugar. Crece salvaje de acuerdo con tu naturaleza, como estos juncos y helechos que nunca serán heno para las bestias. No permitas que ganarte la vida sea tu oficio, sino un esparcimiento y disfruta de la tierra, sin poseerla."
Walden de Henry David Thoreau.





Imágenes:
Imagen1 del título: reproducción de la cabaña cerca de la laguan de Walden, no muy lejos del asentamiento original. http://blogs.dickinson.edu/romnat/
Imagen 2 del título: Vistas de la laguna de Walden desde el bosque. http://blogs.dickinson.edu/romnat/
 Resto de imágenes: Tumblr

1 comentario:

  1. Qué preciosidad de página, los felicito, la simpleza esencial del contenido se adecúa perfectamente con la apacible y relajada belleza de las imágenes. Leer a Thoreau es algo que definitivamente facilita nuestro viaje por este mundo. Salut!

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