Después de hacernos a
la idea del material, el lugar y las primeras intenciones, ha llegado la hora
de pensar cómo queremos realizar nuestra cabaña, qué productos utilizaremos y
cómo queremos ensamblarlos. ¿Listones, tableros, troncos? Descubrimos un
riquísimo mundo en la construcción con madera, con numerosas posibilidades,
tanto tradicionales como altamente tecnológicas e industrializadas, todas ellas
perfectamente válidas para la construcción de un edificio de pequeño tamaño.
Veamos algunos de los tipos constructivos-estructurales de los que podemos
echar mano.
1.
Sistemas
lineales: entramado pesado y entramado ligero
Una de las primeras
técnicas de construcción en madera, el sistema de entramado pesado, se basa en la creación de pórticos mediante
pilares y jácenas de gran escuadría, sobre los que apoya una estructura de
segundo orden. Con esta estructura no tenemos la necesidad de ajustarnos a una
modulación estricta en el proyecto.
Gracias a la
industrialización, en el siglo XIX en Norteamérica, aparece el sistema de entramado ligero, ganando al anterior en
ligereza, rapidez de montaje y prescindiendo de una mano de obra tan especializada.
Este sistema constructivo utiliza una estructura a base de la repetición y
unión entre elementos de pequeña escuadría de igual importancia y poco
distantes entre sí, rigidizados mediante diagonales o tableros, formando
estructuras superficiales que, unidas unas a otras, se comportan como
estructuras espaciales. La construcción se completa con las capas de
revestimiento interior y exterior.
2.
Sistemas
superficiales
En los países
escandinavos, EEUU y Canadá, se utiliza mucho un sistema constructivo formado
por paneles portantes prefabricados
y montados en obra, tanto muros como forjados, con muy buen comportamiento
térmico y acústico y la posibilidad de incluir los tendidos de las
instalaciones en su interior.
Con esta construcción
altamente prefabricada, podemos levantar nuestro refugio en un día. Además, es
un sistema muy sencillo que no requiere mano de obra muy especializada, aunque
sí una buena planificación y realización previa en taller.
Hoy en día nos
encontramos con numerosos elementos constructivos superficiales de madera y
derivados de la madera: piezas de cajón, placas alveolares, placas nervadas,
tableros alistonados contraplacados, placas de madera laminada o alistonada,
tableros de aglomerado,…
3.
Estructuras
de troncos y sistemas acumulativos
Las construcciones
con estructuras de troncos de madera
son tradicionales en las zonas de alta montaña de Suiza, Alemania y Austria, en el
norte de Europa y en Rusia. Consiste en la construcción de muros con hiladas de
troncos pelados, trabados en las esquinas de forma contrapeada y formando una
caja rígida, solucionando en la misma capa estructura y cerramiento. Los
troncos pueden conservar su sección original o se pueden cortar para obtener
secciones perfectamente redondeadas o rectangulares. Hay que tener en cuenta
que este sistema exige un exquisito cuidado en la ejecución de las uniones y,
por tanto, una mano de obra más especializada y una buena selección de las
maderas, aunque el resultado es de gran calidad estética, estructural y
térmica.
Se pueden considerar
herederos de este sistema aquellos que utilizan el apilamiento como principio constructivo, dando lugar a construcciones
muy versátiles, sencillas, auto-reciclables y auto-regeneradoras.
¿Con qué cabaña
soñáis vosotros?